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El yoga es una disciplina que proviene de  India.

Se ha practicado desde el 3000 A.C.

La palabra yoga procede del sánscrito y significa unión, es la unión armoniosa del cuerpo y la mente.

El yoga se basa en la práctica de asanas, que son movimientos corporales, técnicas de respiración, llamados pranayama, técnicas de limpieza que se llaman kriyas, meditación y en las técnicas de relajación que son shavasan. Al combinar asanas y pranayama, se llega a un punto de meditación por la coordinación de ambos.

La práctica de yoga puede transformar la salud de una persona ya que produce: mejoría en la flexibilidad, aumenta el equilibrio, mejora la respiración, disminuye la ansiedad,  mejora la respuesta al dolor, disminuye la inflamación, disminuye la presión arterial, mejora la capacidad respiratoria, disminuye la rigidez, disminuye el dolor articular, consigue mejorías significativas en pacientes con depresión, mejora la  postura, la coordinación y disminuye el cansancio físico y mental.

Es especialmente recomendable en personas con enfermedades crónicas que cursan con inflamación, ya que la práctica de yoga produce una regulación en los niveles de corticosteroides, regula los niveles de   cortisol que es una hormona producida en la glándula suprarrenal que si tiene un valor alto produce efectos negativos como elevar los niveles de  glucosa en sangre, aumento de grasa, aumento de presión arterial, problemas de piel, insomnio, sistema inmune debilitado, aumenta el riesgo de fracturas, depresión, ansiedad…

En cuánto  a la mente, practicar yoga, nos enseña a controlar la respiración,  nos ayuda a  mejorar la respuesta del cuerpo ante el estrés, el miedo, la ansiedad… por lo que es una herramienta muy útil en pacientes que tienen depresión , ansiedad o que sufren cambios de humor repentinos, ya que con la práctica de yoga se mantienen o recuperan  los niveles óptimos  de serotonina de una forma equilibrada.

Investigaciones recientes recomiendan la práctica de yoga en pacientes de EPOC y en pacientes con asma, ya que mejora el curso de la enfermedad  si en la práctica se enfatiza en los ejercicios de respiración.

En enfermos de fibromialgia se recomienda el yoga ya que reduce el dolor un 24%, la fatiga un 30% y la depresión en un 42%, según un estudio realizado en la universidad de Oregón. La práctica de yoga  en personas con  fibromialgia produce efectos beneficiosos: aumenta la resistencia, la concentración, la relajación, mejora la elasticidad y movilidad,  combate la rigidez habitual de la enfermedad, ayuda a respirar y a relajarse con lo que se reduce el cansancio.

En definitiva el yoga ayuda al organismo a mantener su salud de una forma equilibrada y progresiva.

 

Oriana Carrasco

Teacher training en ASHTANGA YOGA
certificada  por la David  Swenson academy y
especialista certificada en vinyasa yoga
para atletas por NASM .
Directora de ABISANE ACTÍVATE

A Coruña, España
Lunes-Viernes: 10:00-18:00

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